martes, 1 de noviembre de 2011
Entre la vida y la muerte boxeador dominicano.
12:32 P.M.
NUEVA YORK.. - Se debatía ayer lunes entre la vida y la muerte, el boxeador amateur dominicano Pedro Luis Sosa de 19 años de edad y quien está en estado crítico en un hospital de El Bronx, luego de ser impactado junto a su hermana Jennifer (21) por un vehículo en medio de un accidente múltiple en la autopista Cross Bronx Expressway.
El peleador, fue operado de emergencia y los cirujanos adelantaron que tiene posibilidades de sobrevivir. En tanto esa es una buena noticia, la madre de ambas víctimas, llora amargamente la muerte de Jennifer y recordó que su hija la llamó desde la carretera para decirle que estaba en medio de un accidente, pero que ella y su hermano estaban bien.
La colisión múltiple se produjo a las 5:45 de la mañana.
La madre dominicana de 45 años de edad, explicó que esas fueron las últimas palabras que escuchó de su hija antes de que muriera en el hospital Jacobi, donde fue trasladada por paramédicos y policías. El boxeador y Jennifer viajaban junto a otras ocho personas en un Chevy Venture, modelo 2002, cuando se produjo un accidente que involucró a varios vehículos en el carril hacia el Oeste, pero ellos salieron para asegurarse de que delante del suyo no habían otros vehículos obstruyéndoles el paso.
Fue entonces cuando un conductor que manejaba a toda velocidad se estrelló contra ellos y fue tan brutal el impacto, que los impulsó a más de 75 metros por encima de la baranda de protección de la carretera, cayendo los hermanos en un edificio en construcción en Bruckner Boulevard, donde a consecuencia de los golpes sufrieron fracturas de consideración.
La madre del pugilista y Jennifer, dijo entre sollozos que se quedó muy preocupada después de la llamada porque la comunicación se cortó abruptamente y no pudo volverse a conectar con la hija. "Me dijo que me llamaría más tarde y eso fue todo. Seguí llamándola y enviándole mensajes de texto, pero no tuve respuestas", agregó Escoto.
Relató que le dijo a su marido que algo estaba pasando cuando la desesperación hizo presa de ella. "Quería preguntarle a mi hija qué pasó, pero murió demasiado rápido, nunca tuve la oportunidad. El boxeador quedó en coma.
"No puedo creerlo, ¿por qué sucedió esto?", se pregunta la acongojada madre, quien estuvo orando gran parte del día en la capilla del hospital Jacobi por la recuperación de su hijo, junto a su esposo y dos hijas.
Las autoridades dijeron que el accidente múltiple, de esos que usualmente vemos en películas de acción, fue provocado por residuos de hielo dejados en las carreteras por la sorpresiva tormenta de nieve que se precipitó a destiempo sobre la ciudad el sábado. Hacía 135 años que no nevaba en octubre en el Noroeste de Estados Unidos.
El boxeador que estudiaba en la Escuela Secundaria Washington Irving del mismo condado y que viajaba con su hermana en un vehículo Chevy Venture junto a otras ocho personas hacia el Este de la autopista Cross Bronx Expressway, cuando algunos carros resbalaron en el hielo dejado por la tormenta del sábado, se voltearon y volaron en todas direcciones.
Testigos dijeron que el atleta y su hermana bajaron del coche para asegurarse que no había ningún coche delante de ellos, cuando fueron brutalmente impactados por el conductor de un Toyota Corolla, estrellándose ese carro contra el vehículo en el que viajaban los dominicanos, impulsándolos por encima del muro protector de la carretera, lo que provocó que volaran a una altura de más de 75 metros.
Su padre Pedro Sosa reclama respuestas de las autoridades y dijo que no tiene idea de lo que pasó con un pequeño accidente y quiere una investigación a fondo.
Los hermanos Sosa cayeron en el primer nivel de la autopista, golpeándose ambos con materiales de construcción de un edificio que es remodelado en Bruckner Boulevard. Un buen samaritano, Joe Torres dijo que escuchaba los gritos desesperados de Jennifer pidiendo auxilio, pero en principio creyó que se trataba de una mujer que se había vuelto "loca". Al repetirse la insistencia de la dominicana, el empleado de una tienda de repuestos para vehículos, llamó a la policía y llevó a los oficiales a la escena.
Los agentes tuvieron que romper una de las puertas del inmueble para llegar hasta los dos heridos graves. Fueron ingresados en la emergencia del hospital Jacobi, pero la hermana del peleador no resistió las heridas y murió en el necrocomio, dejando un pequeño hijo en la orfandad.
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